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Ana Lía Werthein

Ana Lía Werthein

Mirada retrospectiva

15 de Noviembre al 7  de Diciembre de 2008
 
Distancia y proximidad en la obra de Ana Lia Werthein

En el pensamiento habitual, el horizonte es un límite, un confín. Mas allá de él solo hay incertidumbre, la promesa de una dicha desconocida o de la más absoluta nulidad. El utopista sueña con el mundo detrás del horizonte, consolida su esperanza en la superación de ese borde que lo mantiene atado a su tiempo y su lugar. El héroe trágico del western norteamericano, el cowboy, se abisma allí donde termina el paisaje, al ser incapaz de adaptarse a las exigencias de la vida social. En el terreno de las artes visuales, el horizonte es algo quizás más pedestre: una producción de la mirada. No existe en términos positivos, sino que se construye desde el lugar en que se sitúa la observación. (Es curioso pensar que ese elemento inexistente sea el fundamento -como punto de fuga- de la perspectiva cartesiana, base de la tradición de la representación tridimensional que desde el Renacimiento define a la pintura figurativa y gran parte de nuestras concepciones sobre la realidad). Desde este punto de vista, solo habría un más acá del horizonte. Aunque el impulso escópico nos instigue a superarlo, todo lo que el horizonte puede ofrecernos se encuentra delante de él. Esa linea que atraviesa el paisaje es como el árbol que tapa al bosque: una trampa para la mirada, un señuelo; concretamente, un trompe-l’oeil.

… la obra de Ana Lia Werthein explora este terreno, que es a la vez formal, semántico y conceptual. Sus investigaciones sobre la representación y el espacio son, al mismo tiempo, reflexiones sobre la construcción de las imágenes y -fundamentalmente- de la mirada. Aunque en la superficie se presentan simples y directas, no todo en ellas es evidente. Cada pieza exige un esfuerzo interpretativo, la necesidad de trascender la imagen para penetrar en la visión que la subyace. Por ésto, no es suficiente constatar lo que cada obra exhibe, sino que es necesario involucrarse con las particularidades de la práctica artística de su autora. Aunque gran parte de sus obras exhiban distancias y horizontes, todo en ellas es proximidad. El «más acá» es una de las partes más importantes de su composición: aqui se ubican los personajes, los objetos, las situaciones; las extensiones y las pequeñas cosas. Pero esa proximidad es ante todo emocional. Toda la producción de la artista está atravesada por esa cercanía inocultable a los temas y lugares que representa, a sus referentes e incluso al espectador. En este sentido, su obra tiene algo del orden de la militancia, busca transmitir el amor que las ha traído a la existencia. Ana Lia Werthein es una apasionada del arte y de lo que a través de él se expresa. Quizás por eso lo ha elegido para encarnar espacios y momentos tan cercanos a su propia vida.

Rodrigo Alonso