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Sergio De Pietro

SergioRetrospectiva

Sergio Salvador De Pietro

 

29 de Julio al 12 de Agosto de 2017

 

Por nuestra propia naturaleza racional, tendemos a rechazar las ambigüedades y preferimos definiciones que nos hagan más simple nuestra percepción. Pero ante la obra de Sergio De Pietro, en la que la ambigüedad es un recurso que potencia la belleza, uno se dispone a contemplar sin que importen demasiado las categorizaciones.   Así, una obra textil puede convocar al espectador desde el color, tanto como una pintura incitar al tacto. La inclusión del espacio en la tela; las texturas como elemento plástico decisivo; la resignificación de objetos devaluados u olvidados que se convierten en potentes esculturas, todo contribuye a romper con los límites establecidos. Tal vez porque la doble condición de artista plástico y arquitecto hacía que Sergio se corriera permanentemente de los rótulos y desafiara su propia capacidad creadora. Pero lo importante es el resultado: una obra elocuente que comunica con metáforas tan poderosas como las ventanas, los cortes, las incisiones, esas que inevitablemente nos remiten a Lucio Fontana y sus “Conceptos espaciales”, pero que aquí se manifiestan con la contundencia del metal desplegado, material que expresa la síntesis entre el lenguaje arquitectónico y el lenguaje plástico. También está presente en esta retrospectiva el elemento puramente pictórico en armoniosas y sugerentes abstracciones,  que demuestran un dominio acabado del color, el que aparece con toda su  potencialidad poética. Por último (o en el principio de todo, tal vez) están los dibujos. En ellos se adivina esa fina sensibilidad que llevó a este artista-arquitecto a crear sin más condicionamientos que aquellos que impusiera su propia concepción ética y estética: la concepción del arte como vehículo de belleza, pero sobre todo, como transmisor de ideas. Porque la obra de Sergio nos conecta con lo bello pero también es provocadora, genera curiosidad, nos hace indagar y nos interpela en nuestra relación con el arte. Porque Sergio De Pietro fue un artista- arquitecto con una exquisita concepción estética y, al mismo tiempo, un provocador que desafiaba todos los límites.

Marcela Scelza

 

Con mucha nostalgia y satisfacción por el resultado, presentamos hoy una muestra retrospectiva de la obra visual de Sergio De Pietro, compuesta por dibujos, pinturas y textiles.

Pero es insoslayable destacar en forma simultánea sus aportes en el área de las investigaciones históricas, arquitectónicas y urbanísticas e inclusive en el campo de su actividad política.

Los que tuvimos la suerte de compartir algunas horas o días con él sabemos que Sergio tenía al mismo tiempo la desdicha y la fortuna de ser un “perseguidor de quimeras”: su vida transcurrió atravesada por proyectos, sueños e ilusiones que muchas veces pudo ver concretadas y otras tantas no.

Su sólida formación académica y su militancia política se fueron entrecruzando en forma permanente y él supo nutrirlas interactuando en ambas disciplinas.

Como arquitecto eligió desarrollarse en un ámbito que le era propicio y atractivo: el de la investigación histórica y la preservación del patrimonio; y en ese aspecto es ineludible remarcar la edición de su primer libro “Alberti, en la arquitectura su historia” y sus esfuerzos por difundir la obra del arquitecto Francisco Salamone, aunando en ambos casos su especialidad profesional con el cariño por su ciudad natal.

En el plano académico mantuvo una actividad contínua tanto en su formación personal mediante el cursado de posgrados y maestrías en el país y en el exterior, como en su trabajo en la docencia.

Su temprana militancia política en el radicalismo lo llevó a trabajar en las legislaturas nacional y provincial y en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde donde puso especial énfasis en desarrollar los temas que tanto le interesaban.   

Sin dudas, la de Sergio fue una vida plena de iniciativas, de propuestas y también de realizaciones. Su profundo amor por su tierra, su familia y sus amigos es una impronta que ha dejado en cada obra, en cada texto y en cada idea. Esta muestra es apenas un retazo de ello y al mismo tiempo un sentido homenaje y cariñoso recuerdo.

Roberto Amena