Asíndeton
Gabriela Caregnato
11 al 31 de Octubre de 2014
Impacto. Esa es la palabra que describiría con más exactitud la sensación que causaron en mí las obras de Gabriela Caregnato en un primer contacto con ellas. Contrariamente a lo que suele suceder al detenerme por primera vez frente a una obra de arte, ese impacto inicial no se debió a las imágenes que vi -al qué-, sino a la técnica, al cómo las mismas fueron plasmadas. Es que en ciertas obras, el soporte consiste en placas de pvc espumado; pero el material del que continuamente se vale y con el cual podemos vislumbrar un fuerte vínculo si repasamos toda su trayectoria artística, es el papel. Gran parte de sus composiciones, que difieren de la simpleza de ese material en estado puro, resultan de un minucioso trabajo de recorte en pequeños fragmentos de papel de color y de la posterior unión de las partes. Así, la artista construye sus obras logrando un todo unificado en el cual, el juego de los distintos planos, adquiere un rol protagónico hasta convertirlas, en muchos casos, en imágenes casi exentas que alcanzan cierta autonomía respecto del soporte. De esta manera, el recurso técnico elegido se convierte en el punto de entrada a la obra. Pero no nos quedamos ahí. Los espacios generados a partir de la distancia entre los distintos planos, invitan al espectador a “sumergirse” dentro de las variadas obras que componen la muestra. Y en esa sumersión nos disponemos a hacer otra lectura, que ya no tiene que ver con lo meramente formal, sino con un acercamiento más profundo, y en el cual se activan nuestras competencias interpretativas. En esta instancia, y ya inmersos en la lectura iconográfica, podremos reconocer múltiples elementos. Caregnato pone especial énfasis en aquellos provenientes de la naturaleza, tanto del mundo vegetal, como del mundo animal. Así, en una escena nocturna, entre una vasta vegetación formada por gomeros y diversas plantas protectoras, podemos distinguir a un conejo y a un ratón asomando, tal como sucede en la obra “Las historias no tienen desperdicio”. Pero de todos, el personaje que se destaca es aquel que, encima de un pedestal, dirige su mirada hacia nosotros. Esa es la forma que la artista elige para representarse a sí misma y es otra de las maneras en que se hace omnipresente en sus composiciones. Porque ya sea por ser su presencia iconográfica (mutable de obra a obra), o por tratarse de su universo interior en relación a lo mitológico, a lo físico, a la alquimia o a los chakras, sus obras siempre nos hablan de ella y la referencia autobiográfica, de manera directa o indirecta, entonces, resulta innegable. La noche es otra constante en estas series. Según sus propias palabras, es en la noche cuando se instalan los pensamientos más profundos y asoman a la superficie. Y, teniendo en cuenta su predilección por ese momento específico, no resulta casual que el cuento de la escritora brasileña Clarice Lispector, titulado “Donde estuviste de noche”, haya oficiado de disparador de las primeras obras que componen la exhibición. La noche, el volcán, el gallo, Xántipa y tantos otros personajes que conforman éste -su- universo, aparecen una y otra vez. Y esto quizás se deba a que la repetición es una figura retórica, entre otras, de la que Gabriela Caregnato se nutre permanentemente. Y, justamente, es del uso de las figuras retóricas de donde surge el título de la presente muestra, Asíndeton, que el Museo de Arte Contemporáneo Raúl Lozza, junto con el Museo Municipal de Arte de La Plata nos presentan conjuntamente en esta ocasión. Salomé Beraza Curadora MACRL