Sergio De Pietro

Valga la paradoja para hablar de lo que hace, de su trabajo teñido e íntimamente ligado a su presente. No es un azar que utilice materiales simples y opuestos. La tela de metal rígida y dura,con sus espacios firmes e iguales, con su ritmo inmutable y el hilo de papel, blando y pasible de mil juegos, este último condenado a romper la monotonía del primero. Una labor paciente, emparentada con la meditación y el silencio, lo lleva a crear planos que nunca ocultan totalmente las infinitas idas y venidas de la trama, tarea azarosa por la rigidez de la urdimbre pero placentera porque su juego lo va llevando a armar una escritura fina, llena de silencios. Creo que su hacer está íntimamente conectado con la trama de su vida, si sus anteriores trabajos estuvieron ligados a la impronta,a los materiales con forma previa, generalmente despojos y la pintura estaba presente en grandes superficies, espesa, chorreada, aqui, en su actual trabajo ha tomado distancia, su quehacer ahora es un juego refinado, un preguntarse escribiendo con pequeños gestos, que lentamente muy lentamente construyen esas redes secas y transparentes que al superponerse crean nuevas situaciones visuales, como en la vida.

Nora Correas